Cómo perder peso y no morir en el intento
En estas épocas postnavideñas, parece como si perder peso fuera un reto . Cuando empezamos a aligerar la ropa o cuando está próximo algún evento tipo bodas, comuniones o reuniones
varias. Y válgame que no hay mayor error, que decidir perder peso de forma exprés
y con dietas milagro, o con la amalgama de productos variopintos que hay en el mercado, y que te hacen disminuir
unas dos tallas, en un abrir y cerrar de ojos (un gran engaño). Y es que
mantener la línea por llamarlo de alguna forma, no es tan solo hacer dieta, no,
es más de adoptar hábitos alimentarios saludables. Si, así es, los hábitos
nutricionales son la piedra filosofal de perder peso y no recuperarlo en un
plis plas.
Si has decido que te
sobra peso, no es recomendable hacerlo por tu cuenta y copiar la dieta del vecino,
la de la tía Mari o la primera que te descargas de Internet. Lo adecuado es
ponerte en manos de un buen profesional. Y ¿Qué hace un buen profesional de la
nutrición? Para empezar es no darte una dieta que saca del cajón y que la pone
a todo el mundo. Debe de realizar una encuesta de salud previa, que incluya
además los últimos análisis de sangre y orina, para saber si hay alguna patología a destacar,
e indagar que es lo que comes como mínimo durante cinco días, y para ello hay que rellenar un cuestionario,
que se denomina “recuento de
veinticuatro horas”. Hay que incluir a qué
hora realizas las distintas ingestas del día y cuáles son tus hábitos nutricionales, así como cuál es tu relación con la comida; aquí se valoraría
la parte psicológica del paciente.
Por otro lado hay que
analizar la composición corporal, lo que se denomina medidas antropométricas,
que son las que informan del porcentaje de agua, musculatura y grasa que se
tiene. Esto se realiza mediante un aparato de bioimpedancia eléctrica y al menos
da unos valores aproximados de dicha composición, aunque también se puede medir
de forma manual.
Esto es
así porque el peso adecuado no solo va a depender de lo que se mide, sino
también: de la edad, del tipo de vida y trabajo que se realice, de los
antecedentes genéticos, si hay alguna patología asociada, si se practica
deporte o no, y sobre todo de la
cantidad de grasa corporal que se tenga. Porque lo que determina principalmente
si hay sobrepeso u obesidad es el porcentaje de grasa no el peso total.
Con ello quiero decir
que perder peso, ni es tan fácil, ni se debe de hacer a tontas y a locas, ni en
un tiempo récord.
Uno de los principales
problemas de estas pérdidas exprés de peso es el efecto yo-yo, se bajan tres
kilos y se recuperan más tarde seis. ¿Por qué ocurre esto? Sencillamente porque
los hábitos alimenticios no han cambiado, se hace una dieta en plan sufrimiento,
como si fuera la purga del tío Benito, para posteriormente comer todo lo que no
se ha comido durante la restricción de alimentos. Además de que la pérdida
rápida de peso se hace a costa del agua y de la musculatura, pero no de la
grasa.
Más que dieta a mí me
gusta hablar de recomendaciones nutricionales saludables para perder peso y
adquirir buenos hábitos, entre ellas cabría destacar las siguientes: Aumentar
el consumo de frutas, verduras, legumbres, hortalizas e hidratos de carbono
integrales. Disminuir en general o eliminar los productos ultraprocesados como bollerías,
helados, pasteles industriales y platos
precocinados entre otros. Eliminar los refrescos azucarados. Disminuir el
consumo de grasas saturadas y eliminar las trans(grasas parcialmente
hidrogenadas). Disminuir en general el consumo de azúcares añadidos y simples.
Pero cambiar hábitos nutricionales, no es fácil y va a variar mucho de unas personas a otras. Optar por un buen profesional que nos guíe es lo más adecuado y sobre todo cuando no somos capaces de seguir unas buenas pautas dietéticas.
Os recomiendo leer mi
post sobre Trastonos alimentarios y/o nutricionales que os acabará de aclarar
este tema de pérdida de peso.
"las aguas tranquilas remansan paz"
Dra. Mª Teresa Lluch Armell
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