domingo, 26 de febrero de 2023

Historias de Betty la romántica. Capítulo II

 

Capitulo II

Hola Amigos.

Aquí de nuevo con vosotros. Después de relataros mi primera historia y mi problema de romanticitis, algunos me han comentado que lo que realmente me pasa es que soy PAS. Y yo les digo: ¿Y qué narices es eso?, pues bien, hoy me acaban de informar de que significa “Persona altamente sensible” y de ahí el motivo de ser tan emocional y sensible con mi entorno. Y pienso: otra que se han inventado. Lo digo así tal cual, porque la verdad, parece ser que actualmente si no te ponen algún título que te catalogue y con el cual ya se supone te vas a encontrar feliz de la muerte, no estás en la onda. ¡Ah! no os lo había dicho, pero para que me conozcáis un poco: Tengo 32 años, pelo castaño y, largo muy largo, es que me encanta, y ondulado. Que por cierto los amigos de mi generación milenials, me consideran una boomer(pasadita de moda), pero a mí me la trae floja. Lectores aquí os dejo mi siguiente romance, por cierto, ¿os habéis encontrado alguna vez dentro de una estrella de caracol?

Podéis dejar vuestros comentarios en mi blog, si son buenos mejor(omg), también podemos debatir. Que duro es vivir de la escritura en este tiempo, bueno y vivir de cualquier trabajo conforme está el tema del curro. Otra cosa, para todos los que os sintáis PAS, bienvenidos al club de la romanticitis, que vuele vuestra sensibilidad en un mundo de psicópatas. Venceremos.

 

II ROMANCE

ESTRELLA DE CARACOL

Anduve en una "estrella de caracol",

largo tiempo.

Escalón tras escalón,

en cada uno de ellos esperaba encontrar,

algo nuevo que cambiar,

en aquel camino sin sensación.

Pero se repetía,

escalón tras escalón,

siempre las mismas mentiras e irrealidades.

Perdí, la noción del tiempo

en esa estrella de caracol.

Solo deseaba salir

ya que aquella estrella

nunca paraba de subir.

No sé porque motivo la estrella finalizó,

y en un nuevo mundo encontré mi yo.

 Puse fin a mi "estrella de caracol",

la cual debía de subir,

pero no sé cuánto tardé,

ni si terminó, o estoy subiendo

otra estrella de caracol.

 

T. Lluch

 

martes, 7 de febrero de 2023

Historias de Betty la romántica

 

Historias de Betty la romántica

Me llamo Betty, y parece ser que estoy muy pasada de moda. Si os preguntáis el porqué. Es sencillamente porque soy una romántica empedernida, pero de esas de la época del romanticismo, no lo que dicen ahora del amor romántico y demás, no, es en sí todo lo que me rodea lo que me exacerba este romanticismo que llevo de serie. Imagino que tantos trastornos mentales como hay en la actualidad, a mí me catalogarían como: “Transtorno multiple de la personalidad romántica”. Vamos en términos de ir por casa romanticitis. La verdad es que vivir con esto es duro y más en la sociedad actual, voy a contracorriente de todo. Mira que habré leído libros de esos que dicen de autoayuda, que no sé a quién ayudan… Pero a mi desde luego no. Se pasan todo el tiempo diciendo que te quieras, que te creas que tú puedes, que la solución está en ti, todo son yoosss, que cargantes, parece ser que ahora para ser feliz ya no hay que dar existencia a los otros.  Yo lo intento, pero no cambia nada. Además, después pienso: si yo estoy contenta de ser como soy, lo único que no estoy es en el sitio y época adecuado. Y por más que intento cambiar, pues que no me sale, y cambiar al mundo lo veo complicadísimo la verdad. Así que me he refugiado en mis autores favoritos: Becker el que más, que desgarrador me encantan sus poemas. Y Rosalía de Castro y Espronceda. Así que pensándolo mejor he decido ser una romántica y escribir mis romances.


I ROMANCE

CAMBIEMOS EL COLOR DEL MUNDO

Cambiemos el color del mundo porque si no se muere,

cambiemos su ambiente gris por colores de luz y esperanza,

cambiemos su triste agonía por una sonrisa.

El mundo se muere entre negros, grises y tristes melodías de motores,

el mundo ya no escucha se le ha llenado de hollín sus emociones,

el mundo ya no quiere que sigamos pisando su piel, sus flores.

Lo hemos devastado, explotado asolado,

en nombre del progreso, de causas injustas.

El mundo ya no suspira, tan solo solloza.

Cambiemos el color del mundo, devolvámosle su alegría, la armonía, la dulzura del abrazo, de su vida.

 

T. Lluch