martes, 10 de septiembre de 2019

¿Qué azúcares comemos?



¿Qué azúcares comemos?
Si el problema hace unos años eran las grasas ahora va de azúcares. Cuando ya sabemos qué tipo de grasas comemos porque en el etiquetado ya se especifica si las grasas vegetales son de palma o de coco, etc. Lo que no sabemos es que azúcares son esos que pone en la etiqueta como: Hidratos de carbono: de los cuales azúcares… pero  no especifica de que tipo son, ni si son añadidos o intrínsecos del alimento. Así que seguimos con las ambigüedades de las etiquetas nutricionales. Además de liar cada vez más el concepto azúcares, al utilizarlo para referirse a los hidratos de carbono (carbohidratos).
Para aclarar un poco los términos y la confusión que se ha montado con tanta divulgación liosa. Os lo explico de forma sencilla:

Lo que se nombra de forma incorrecta como azúcares, desde el punto de vista dietético hace referencia  a los carbohidratos o hidratos de carbono, y su nombre químico es glúcidos. Estos a su vez se dividen en simples o de absorción rápida (son los que el organismo asimila más fácilmente y  aumentan de forma más rápida el nivel de glucosa en sangre) como son: la fructosa, glucosa, sacarosa (esta es la que se conoce habitualmente como azúcar) etc. Y complejos o de absorción lenta (son los que se asimilan más lentamente) como: El almidón y el glucógeno.

Otro factor a tener en cuenta en la asimilación de los hidratos de carbono es la fibra  que la ralentiza, por eso  es mejor el consumo de alimentos integrales y de frutas enteras en vez de en zumo.
En los últimos años se ha puesto muy de moda el índice glucémico de los alimentos, que es un parámetro que mide la velocidad y la cantidad  de los carbohidratos de un alimento que llegan a la sangre incrementando la glucosa. De este tema ya os explico mejor en otro post.

A parte de estos términos y debido a la inclusión cada vez mayor de carbohidratos simples por parte de la industria alimentaria a los alimentos. La OMS incorporó otros términos como son: azúcares libres para referirse a los monosacáridos y los disacáridos añadidos a los alimentos por los fabricantes, los cocineros o los consumidores, así como los azúcares presentes de forma natural en la miel, los jarabes, los jugos de fruta y los concentrados de jugo de fruta. Y azúcares intrínsecos que serían los que forman parte del propio alimento. E  hizo las recomendaciones de que estos no deben de aportar  más de un 10%  de la ingesta kilocalórica diaria.
Teniendo en cuenta la clasificación de la OMS ¿Qué ocurre, con lo que pone en la etiqueta bajo el término de los cuales azúcares?, que no especifica si son añadidos (habitualmente se añade sacarosa) o si son los habituales del propio alimento y aparte de ello no especifican que tipo de hidrato de carbono se trata.  Esta ambigüedad en las etiquetas implica que no sepamos la cantidad de azúcares libres que consumimos. Además nos confunden cuando ponen sin azúcares añadidos, que en realidad son azucares libres, y sí que se lo añaden como siropes o jaleas.


En definitiva: sería conveniente que se actualizara la normativa de las etiquetas nutricionales y se diera más información con respecto al contenido de los distintos tipos de hidratos de carbono (azúcares) y si tratara de consensuar los diversos términos que se utilizan para mencionar lo mismo y no se siguiera cada vez liando más este tema y confundiendo a los consumidores.

"Al atardecer los sueños cobran vida"
Dra. Mª Teresa Lluch Armell

jueves, 11 de abril de 2019

¿Qué son? Y ¿cómo podemos mantener a raya los triglicéridos?


¿Qué son? Y ¿cómo podemos mantener a raya los triglicéridos?

Aunque habitualmente lo que más nos preocupa es tener el colesterol alto  y/o  hipertensión (tensión elevada), por su relación directa con el riesgo cardiovascular. No debemos bajar la guardia cuando en un análisis de sangre nos  detectan un aumento de los triglicéridos (hipertrigliceridemia), ya que esto también es indicativo de riesgo cardiovascular.

¿Qué son los triglicéridos?

Los triglicéridos son un tipo de grasa que  constituye principalmente el tejido adiposo de  nuestro organismo (grasa corporal). Estos se utilizan como almacén de energía, es decir todas las kilocalorías que ingerimos y no necesitamos, el organismo las transforma en triglicéridos que se almacenan en las células grasas (adipocitos).
La diferencia entre los triglicéridos y el colesterol es que  este último se utiliza para producir células y hormonas, mientras  que los triglicéridos como he comentado son un almacén de energía.

¿Cómo afecta a nuestro organismo el tener los triglicéridos elevados?

El nivel de triglicéridos que se considera normal en sangre no debe sobrepasar los 150mg/dl (miligramos de triglicéridos por decilitro de sangre).
Si los niveles están entre 200 y 499mg/dl implica riesgo cardiovascular.
Y para niveles superiores a 500mg/dl, lo que estaríamos en niveles muy altos, podría causar una pancreatitis aguda.
En general el tener los triglicéridos altos puede dar lugar a un endurecimiento y/o engrosamiento de las paredes de las arterias, lo que conlleva a un aumento de sufrir accidentes cerebrovasculares, infartos de miocardio y cardiopatías. Y en los casos más extremos inflamación del páncreas.

¿Qué factores contribuyen al aumento de los triglicéridos?

-El sobrepeso y obesidad
-La herencia genética
-Fumar y beber alcohol
-Realizar poca actividad física y/o sedentarismo
-Enfermedades como la diabetes,  síndrome metabólico, el hipotiroidismo enfermedades renales y hepáticas.
-Ciertos medicamentos como son: los anticonceptivos, los esteroides, los diuréticos, los betabloqueantes, algunos inmunosupresores y algunos medicamentos para el VIH.
Las grasas trans(grasas parcialmente hidrogenadas) que se encuentran en muchos ultraprocesados, también aumentan los triglicéridos.

¿Cómo podemos bajar y mantener a raya los triglicéridos?

Para ello hay que cambiar hábitos de alimentación y estilo de vida, así hay que tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
-Evitar el consumo de azúcares simples  y  carbohidratos refinados y alimentos que los contengan como dulces, bebidas azucaradas, bollería, precocinados y ultraprocesados, pastas hechas con harina refinada etc.
-Evitar el consumo de grasas saturadas y trans y sustituirlas por grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas así como alimentos ricos en ácidos grasos omega tres. Esto se consigue disminuyendo el consumo de carnes grasas y rojas, mantequillas, embutidos, quesos curados etc y sustituirlo por el consumo de pescado azul y aceites saludables como el aceite extravirgen de oliva. También hay que evitar o disminuir el consumo de grasas trans, que se encuentran principalmente en bollería industrial, en precocinados y ultraprocesados. Leer bien las etiquetas para descartar.
-Por otro lado si hay sobrepeso e hipertrigliciremia, hay que reducir el consumo de kilocalorías, ya que todas aquellas que tomamos en exceso y no quemamos se transforman en triglicéridos. Por tanto es importante bajar de peso.
-Evitar o limitar el consumo de alcohol. Dado que el alcohol es alto en kilocalorías y azúcares, tiene un efecto particularmente fuerte sobre el aumento de los triglicéridos.
-Hay que hacer ejercicio de forma regular, andar más,  al menos tres días a la semana un mínimo de una hora, subir y bajar escaleras e incluir ejercicios de fuerza.

Tratamiento farmacológico

Cuando los cambios en hábitos alimentarios y de salud, no son suficientes para disminuir los triglicéridos, el facultativo puede que opte por alguno de las siguientes opciones o combinadas:
-Estatinas como pueden ser la atorvastatina cálcica(Lipitor) y la rosuvastatina(Crestor). Estos medicamentos también se utilizan para la hipercoleterolemia.
-Fibratos como pueden ser el fenofibrato(TriCor, Fenoglide entre otros), estos no están aconsejados en caso de enfermedad renal o hepática grave.
-Niacina (Vitamina B3) Esta puede reducir tanto los triglicéridos como el colesterol, si se toma como suplemento se tiene que hacer bajo prescripción facultativa porque puede interactuar con otros medicamentos y/o alimentos y causar efectos secundarios indeseados.
Los alimentos ricos en B3 son: Cacahutes, nueces, Atún y bonito, pollo, salmón entre otros.

En definitiva cambiar los hábitos alimentarios y de salud por otros más adecuados nos permitirán reducir esos triglicéridos que ponen en riesgo seriamente nuestro bienestar y salud cardiovascular.




"A veces aunque no lo creamos, aparece el arco iris"

Dra. Mª Teresa Lluch Armell




lunes, 14 de enero de 2019

Tratamiento farmacológico del Colesterol. Parte III


Tratamiento farmacológico del Colesterol. Parte III
En este post sobre el colesterol quiero hablaros de su tratamiento farmacológico. A continuación os dejo los enlaces de los dos anteriores post y así tendréis una información completa de cómo abordar la hipercolesterolemia desde distintas perspectivas.
Puntualizar que el tratamiento farmacológico no sustituye ni es incompatible con la intervención nutricional, al contrario, primero que nada hay que seguir unos hábitos nutricionales y de vida saludables, si con ello no se consigue reducir la hipercolesterolemia y /o equilibrar las fracciones (HDL/LDL)  del colesterol, entonces se tienen que valorar:  los factores de riesgo personales, edad,  estado de salud, efectos secundarios del uso de la medicación  y una vez estudiado estos parámetros se recurriría o no a la medicación. Pero aunque ésta se esté tomando  hay que seguir con los hábitos saludables.

            Entre los  fármacos que se utilizan para el control del colesterol  se encuentran: Las estatinas, las resinas fijadoras de ácidos biliares,  los inhibidores de la absorción del colesterol y los medicamentos inyectables.
Me extenderé un poco en las más utilizadas, que son las estatinas, las cuales actúan inhibiendo la acción de un enzima(La 3-hidroxi-3metilglutaril coenzima A(HMG-CoA) reductasa) que interviene en la síntesis de colesterol  tanto a nivel hepático pero también en otros tejidos del organismo. De esta forma, al disminuir  la producción de colesterol, el hígado comienza a producir más receptores de LDL, y con ello se consigue reducir los niveles de este tipo de colesterol (LDL) en sangre. Es decir: Las estatinas  aparte de disminuir los niveles de colesterol  también ayudan a reabsorberlo de los depósitos que se forman en las paredes de las arterias, lo que puede llegar a mejorar la enfermedad de las arterias coronarias.

Las estatinas se pueden diferenciar en función de su potencia.  Así hay estatinas de baja potencia que se utilizan poco,como: lovastatina(Altoprev) y fluvastatina(Lescol); estatinas de media potencia, que reducen aproximadamente un 30-40% el colesterol LDL, entre las que se encuentran: simvastatina(Zocor), pitavastatina(Livalo) y pravastatina(Pracachol); y las de alta potencia, como atorvastatina(Lipitor) y, sobre todo, rosuvastatina(Crestor), la estatina de mayor potencia que puede reducir los niveles de colesterol LDL entre un 50 y 60%.     

Está potencia también se ajusta con la cantidad de principio activo que se tome. Aunque las estatinas se prescriben habitualmente cuando el colesterol esta alto y para prevenir riesgos cardiovasculares. Estás no están exentas de riesgos según diferentes estudios, por ello se deben de tomar siempre bajo prescripción médica, para valorar los beneficios con respecto a los riesgos

Entre los efectos secundarios que se relacionan con el consumo de estatinas se encuentran:

-Dolor y daño muscular:
El dolor muscular se puede presentar como inflamación, cansancio o debilidad en los músculos. El dolor puede ser una molestia leve o un dolor intenso que dificulte las actividades diarias. Las molestias desaparecen al poco de dejar de tomar la medicación o cambiar de estatina o a dosis más bajas.
En casos muy poco frecuentes, las estatinas pueden causar daño muscular que ponga en riesgo la vida, denominado «rabdomiólisis». La rabdomiólisis puede causar dolor muscular intenso, daño hepático, insuficiencia renal y muerte.
- Molestias digestivas:
Es habitual sufrir digestiones lentas, malestar abdominal, reflujo entre otros. Esto se debe a que las estatinas pueden aumentar los enzimas hepáticos Por ello, cuando se toman habitualmente, es recomendable hacer análisis de sangre periódicos para comprobar que las enzimas hepáticas (transaminasas) no se hayan alterado y haya inflamación hepática.
-Alteraciones neurológicas:
En algunos casos se puede tener confusión, olvidos y pérdida de memoria. Por suerte, estas alteraciones cognitivas desaparecen cuando se suspende el tratamiento. Si se presentan hay que consultarlo con el médico.También puede aparecer insomio, mareosvisión borrosaerupciones cutáneas cefaleas
-Aumento de la glucosa en sangre y riesgo de diabetes tipo II:
Es otra de las consecuencias que puede acarrear el tratamiento con estatinas, y sucede si se toman a largo plazo durante más de 4 años y en dosis elevadas.
-Riesgo de cataratas:
Más recientemente hay estudio como el  publicado en la revista JAMA Oftalmology que ha demostrado que las personas que toman estatinas tienen un 27% más riesgo de sufrir este problema ocular, que los que no las toman.

 Desde el punto de vista de la medicina alternativa se encuentran los siguientes productos denominados naturales que pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol, siempre y cuando estén supervisados por un facultativo.
·         Beta-sitosterol (que se encuentra en suplementos orales y en algunas margarinas, como Promise Activ)
·         Plantago ovata (que se encuentra en la cáscara de la semilla y en productos como el Metamucil)
·         Sitostanol (que se encuentra en suplementos orales y en algunas margarinas, como Benecol)
·         Algunos productos de arroz de levadura roja contienen monacolina K, que es una sustancia químicamente idéntica a la lovastatina, un medicamento recetado. La FDA ha prohibido la venta de estos productos, dado que no hay forma de determinar la cantidad ni la calidad del ingrediente activo.
En definitiva para mantener el colesterol en unos límites saludables, no hay solo que confiar en los fármacos, hay que seguir unos hábitos de vida saludables: llevar una nutrición adecuada, no fumar, hacer ejercicio, disminuir o no tomar alcohol. Y en el caso de que sea necesario el tomar estatinas porque los hábitos saludables no son suficientes para mantener el colesterol en los valores normales; hay que seguir con los hábitos sanos, y no porque se toma la pastillita del colesterol comer en exceso y sin controlar el tipo de grasa que se toma y un exceso de azúcares añadidos.
"Miremos al cielo, en él encontramos la esperanza"
Dra. Mª Teresa Lluch Armell