¿Qué son? Y ¿cómo podemos mantener a raya los triglicéridos?
Aunque habitualmente lo
que más nos preocupa es tener el colesterol alto y/o
hipertensión (tensión elevada), por su relación directa con el riesgo
cardiovascular. No debemos bajar la guardia cuando en un análisis de sangre
nos detectan un aumento de los
triglicéridos (hipertrigliceridemia), ya que esto también es indicativo de
riesgo cardiovascular.
¿Qué
son los triglicéridos?
Los triglicéridos son
un tipo de grasa que constituye
principalmente el tejido adiposo de nuestro
organismo (grasa corporal). Estos se utilizan como almacén de energía, es decir
todas las kilocalorías que ingerimos y no necesitamos, el organismo las
transforma en triglicéridos que se almacenan en las células grasas (adipocitos).
La diferencia entre los
triglicéridos y el colesterol es que
este último se utiliza para producir células y hormonas, mientras que los triglicéridos como he comentado son
un almacén de energía.
¿Cómo
afecta a nuestro organismo el tener los triglicéridos elevados?
El nivel de
triglicéridos que se considera normal en sangre no debe sobrepasar los 150mg/dl
(miligramos de triglicéridos por decilitro de sangre).
Si los niveles están
entre 200 y 499mg/dl implica riesgo cardiovascular.
Y para niveles superiores
a 500mg/dl, lo que estaríamos en niveles muy altos, podría causar una
pancreatitis aguda.
En general el tener los
triglicéridos altos puede dar lugar a un endurecimiento y/o engrosamiento de
las paredes de las arterias, lo que conlleva a un aumento de sufrir accidentes
cerebrovasculares, infartos de miocardio y cardiopatías. Y en los casos más
extremos inflamación del páncreas.
¿Qué
factores contribuyen al aumento de los triglicéridos?
-El sobrepeso y
obesidad
-La herencia genética
-Fumar y beber alcohol
-Realizar poca
actividad física y/o sedentarismo
-Enfermedades como la
diabetes, síndrome metabólico, el
hipotiroidismo enfermedades renales y hepáticas.
-Ciertos medicamentos
como son: los anticonceptivos, los esteroides, los diuréticos, los
betabloqueantes, algunos inmunosupresores y algunos medicamentos para el VIH.
Las grasas trans(grasas
parcialmente hidrogenadas) que se encuentran en muchos ultraprocesados, también
aumentan los triglicéridos.
¿Cómo
podemos bajar y mantener a raya los triglicéridos?
Para ello hay que
cambiar hábitos de alimentación y estilo de vida, así hay que tener en cuenta
las siguientes recomendaciones:
-Evitar el consumo de
azúcares simples y carbohidratos refinados y alimentos que los
contengan como dulces, bebidas azucaradas, bollería, precocinados y
ultraprocesados, pastas hechas con harina refinada etc.
-Evitar el consumo de
grasas saturadas y trans y sustituirlas por grasas monoinsaturadas y
poliinsaturadas así como alimentos ricos en ácidos grasos omega tres. Esto se
consigue disminuyendo el consumo de carnes grasas y rojas, mantequillas,
embutidos, quesos curados etc y sustituirlo por el consumo de pescado azul y
aceites saludables como el aceite extravirgen de oliva. También hay que evitar
o disminuir el consumo de grasas trans, que se encuentran principalmente en bollería
industrial, en precocinados y ultraprocesados. Leer bien las etiquetas para
descartar.
-Por otro lado si hay
sobrepeso e hipertrigliciremia, hay que reducir el consumo de kilocalorías, ya que
todas aquellas que tomamos en exceso y no quemamos se transforman en
triglicéridos. Por tanto es importante bajar de peso.
-Evitar o limitar el consumo
de alcohol. Dado que el alcohol es alto en kilocalorías y azúcares, tiene un
efecto particularmente fuerte sobre el aumento de los triglicéridos.
-Hay que hacer
ejercicio de forma regular, andar más, al menos tres días a la semana un mínimo de
una hora, subir y bajar escaleras e incluir ejercicios de fuerza.
Tratamiento
farmacológico
Cuando los cambios en
hábitos alimentarios y de salud, no son suficientes para disminuir los
triglicéridos, el facultativo puede que opte por alguno de las siguientes
opciones o combinadas:
-Estatinas como pueden
ser la atorvastatina cálcica(Lipitor) y la rosuvastatina(Crestor). Estos
medicamentos también se utilizan para la hipercoleterolemia.
-Fibratos como pueden
ser el fenofibrato(TriCor, Fenoglide entre otros), estos no están aconsejados
en caso de enfermedad renal o hepática grave.
-Niacina (Vitamina B3)
Esta puede reducir tanto los triglicéridos como el colesterol, si se toma como
suplemento se tiene que hacer bajo prescripción facultativa porque puede
interactuar con otros medicamentos y/o alimentos y causar efectos secundarios
indeseados.
Los alimentos ricos en
B3 son: Cacahutes, nueces, Atún y bonito, pollo, salmón entre otros.
En
definitiva cambiar los hábitos alimentarios y de salud por
otros más adecuados nos permitirán reducir esos triglicéridos que ponen en
riesgo seriamente nuestro bienestar y salud cardiovascular.
"A veces aunque no lo creamos, aparece el arco iris"